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Biología y Geología

Fósiles

Un pingüino gigante

Un pingüino gigante

A partir de unos restos fósiles encontrados en Nueva Zelanda de unos 27 millones de años, unos geólogos de la Universidad de Otago han conseguido reconstruir el cuerpo de un pingüino gigante, llamado Kairuku grebneffi. Los huesos fósiles fueron hallados en 1977 por Fordyce, pero no se identificaron como huesos de una especie nueva hasta 2012. En este año, Fordyce y otro científico, Daniel Ksepka, lideraron la tarea de reconstruir el esqueleto, tomando como referencia al pingüino rey. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que el fósil que estaban tratando pertenecía a una especie distinta, K. grebneffi.

Este vivió a finales del Oligoceno y se caracteriza por pesar unos 60 kilos y medir cerca de 1,5 metros de pies a cabeza, aunque su altura depie es de unos 1,3 metros. Según los estudios realizados se piensa que, a diferencia del pingüino emperador, este tenía el cuerpo delgado y las aletas largas, además de unos pies gruesos y cortos. Su pico era estrecho y largo, con la punta recta.

Se alimentaría principalmente de peces y calamares, a los que atrapaba fácilmente con su pico. Era capaz de bucear a más profundidad y más rápidamente que los pingüinos modernos y entre sus depredadores destacan los tiburones y los escualodones.

En la zona en la que habitaban predominaba el océano, con rocas e islas dispersas. Esto les proporcionaría lugares seguros para la cría y alimento. Los fósiles encontrados se hallaron en una zona protegida de las olas por rocas.

El K. grebneffi se extinguió hace unos 25 millones de años por una causa aún sin especificar, aunque se relaciona con un posible cambio del clima o la introducción de una nueva especie más fuerte.

Historia y fósil del Tyrannosaurus rex

Historia y fósil del Tyrannosaurus rex

Características

El Tyrannosaurus rex fue uno de los más grandes conocidos dinosaurios carnívoros. Medía de 37 a 40 pies (11,1 a 12 m) de largo, desde la nariz hasta la cola, y era tan alto como una jirafa. Su cráneo era una pieza de cinco pies de largo de hueso, que utilizó para maltratar a sus enemigos y presas. Tenía un máximo de 60 dientes, la mayoría de ellos más grande que la mano de un hombre. Si un Tyrannosaurus rex fuera a comerse a un ser humano lo tragaría entero. Una cola pesada y poderosas patas traseras equilibraron la enorme cabeza del dinosaurio.

Los brazos cortos del animal fueron probablemente utilizados para agarrar a la presa, a pesar de que habrían sido demasiado cortos para llegar a la boca del dinosaurio. Los científicos estiman que este asesino temible podría haber comido hasta 226 kg de carne de un solo bocado.

El Tyrannosaurus rex caminaba sobre sus dos patas traseras, como un pájaro. Las piernas eran poderosas y ayudaron a los carnívoros a moverse rápidamente en la búsqueda de su presa. Su cuerpo estaba sólidamente construido. Los huesos de los dinosaurios, sin embargo, eran huecos como los de un pájaro. Su piel era áspera y escamosa como la de un caimán o cocodrilo.

Diversas excavaciones en todo el medio oeste de los Estados Unidos descubrieron nuevos fósiles. Henry Fairfield Osborne llamó el Tyrannosaurus rex en 1905 y clasificó a la familia en 1915. Desde entonces, casi 30 ejemplares del Tyrannosaurus rex han sido encontrados por los arqueólogos. Algunas de estas muestras contenían tejido blando. Esto ha ayudado a los investigadores a aprender mucho acerca de la biología y la forma de vida de los dinosaurios. Algunos de los primeros fósiles del Tyrannosaurus rex se encuentran ahora en el Museo Carnegie de Historia Natural en Pittsburgh y el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York.

El Tyrannosaurus rex probablemente se mantuvo en los bosques y valles húmedos, donde la comida era abundante. Esta especie vivió en América del Norte a finales del período Cretácico de la Tierra, que fue hace alrededor de 65 millones a 80 millones años. Toda la raza de los dinosaurios, entre ellos el Tyrannosaurusrex, se extinguió hace unos 65 millones de años. Esta extinción es conocida como la extinción masiva del Cretácico-Terciario. Aunque hay muchas teorías sobre esta extinción, ninguna se ha probado.

CULEBRILLA CIEGA MEDITERRÁNEA

CULEBRILLA CIEGA MEDITERRÁNEA

En el Valle del Penedés, investigadores del Instituto Catalán de Paleontología, de la Universidad Autónoma de Barcelona, han encontrado un cráneo intacto de una culebrilla ciega mediterránea, que tras ser analizado, se pudo afirmar la existencia de una nueva especie que vivió en el Mioceno.

El conocimiento de la evolución de esta especie era muy limitado, ya que en Europa solo se habían encontrado fragmentos aislados de esta especie.

Se trata de un reptil sin extremidades, de género Blanus. Aunque tengan este nombre, no son serpientes, sino un grupo aparte que llegó a la pérdida de las extremidades mediante un proceso evolutivo.

El cráneo que descubrieron tenía 11,3 milímetros, por lo tanto, es el fósil más completo del género Blanus y vivió hace unos 11,6 millones de años. Se caracterizaba por su mayor tamaño y diferencias en las proporciones de algunos huesos del cráneo, como el maxilar o el frontal. También tienen líneas de sutura entre huesos craneales o incluso algún elemento de las vértebras.

Para su estudio, fue necesario aplicar técnicas de tomografía computerizada, y aun así, su descubrimiento no fue fácil ya que su estudio se veía imposibilitado por una costra que cubría la mayor parte del fósil. 

 

La "ballena" de su tiempo - Laggania cambria

La "ballena" de su tiempo - Laggania cambria

Científicos de la Universidad de Yale (EE UU) han encontrado en Marruecos restos fósiles de primitivos y enormes filtradores marinos que vivieron en el océano hace 500 millones de años. Pertenecen a la familia de los anomalocarídidos (nombre que significa “gamba extraña”) y eran más grandes de lo que se pensaba en un principio, según revela un estudio publicado en Nature.

Laggania cambria es una especie de anomalocarídido que vivió en el período Cámbrico. A diferencia de la mayoría de los demás anomalocáridos, Laggania se cree que filtraba su alimento en lugar de ser un activo depredador. En sus dos apéndices tenían cerdas consideradas desde hace mucho tiempo como espinas. Laggania tenía el tronco corto, carecía de cola, y los ojos estaban detrás de la boca, otra razón por la cual algunos científicos no creen que Laggania fuera un cazador activo, sino la "ballena" de su tiempo (por el hecho de filtrar el alimento).

Los expertos han explicado que los fósiles hallados sugieren que este filtrador marino llegó a alcanzar un tamaño de medio metro e, incluso se ha hallado un ejemplar de más de un metro de largo cuando, en un principio, se creía que estos invertebrados eran "como pequeños gusanos". Entre las características conocidas de esta especie, los expertos han destacado su cabeza con espinas que, posiblemente, utilizaba para defenderse y se conoce que disponía de un cuerpo laminado, un sistema que podrían utilizar a modo de branquias.

Por otra parte, el estudio de este fósil determina que la criatura se remonta al período Cámbrico/Ordovícico, una época de intensa biodiversificación, lo que significa que estos animales ya existían 30 millones de años antes de lo que se creía. “Los anomalocarídidos son uno de los grupos icónicos de los animales cámbricos”, explica Derek Briggs, director del Museo Peabody de Historia Natural de Yale y coautor del estudio. “Ahora sabemos que estos invertebrados gigantes murieron más recientemente de lo que creíamos”.

Los especímenes hallados vivían en fondos marinos llenos de barro, a cierta profundidad, y quedaron atrapados por nubes de sedimentos que los enterraron y preservaron sus cuerpos hasta hoy. Los expertos han destacado que la zona de Marruecos es rica en "tesoros fósiles" ya que en ella se han encontrado miles de ejemplos de la fauna marina del periodo Ordovícico temprano.


El fósil del dinosaurio más reciente.

El fósil del dinosaurio más reciente.

Un equipo de paleontólogos ha descubierto el fósil del dinosaurio más reciente registrado hasta ahora. Se trata de un cuerno de 45 centímetros que pertenece a un Triceratops u otra especie similar. Fue localizado en las formaciones Hell Creek, en Montana, Estados Unidos. 

El fósil se encontraba a 13 centímetros por debajo del límite K/T, la capa de sedimentos que marca el momento geológico en que se produjo el impacto del asteroide que según algunos causó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. 

Hasta ahora no se habían encontrado restos de dinosaurios asociados a esta explosición producida en la Península de Yucatán, en México. Solo se habían hallado fósiles de estos animales a 3 metros por debajo del límite K/T. Para algunas personas, la escasez de restos de muestras en esta brecha muestra que los dinosaurios se habián extinguido mucho antes del impacto del asteroide.

El descubrimiento sugiere que la brecha de los tres metros no existe, manifestó Tyler Lyson porque el hecho de que el ejemplar se sitúe tan cerca del límite indica que al menos algunos dinosaurios sobrevivieron hasta poco antes del momento del impacto.

No se ha podido determinar la edad exacta del fósil descubiero pero probablemente vivió decenas de decenas de miles a unos pocos miles de años antes del evento. Este hallazgo indica que el impacto provocó la extinción de los dinosaurios pero que esta no fue gradual.

Un abelisaurus, el gran depredador del Jurásico en el sur de Argentina.

Un abelisaurus, el gran depredador del Jurásico en el sur de Argentina.

La revista "Proceedings of the Royal Society B" describe las características de este gran carnívoro, bautizado como "Eoabelisaurus mefi", una nueva especie que pertenece a la familia de los abelisaurus.

El esqueleto casi completo de un ejemplar adulto fue encontrado en la localidad de Jugo Loco, en Chubut, durante dos excavaciones llevadas a cabo en enero de 2009 y febrero de 2010 por un equipo de investigadores argentinos. Los restos más antiguos de la familia de los abelisaurus databan de finales del período Cretácico, hace aproximadamente 83 millones de años, y habían sido localizados en Sudamérica y África.

El esqueleto de esta nueva especie indica que vivió en el Jurásico Medio y pobló la Patagonia argentina al menos 40 millones de años antes de lo que los paleontólogos pensaban hasta ahora.

Este dinosaurio podía medir hasta 6.5 metros y tenía un cráneo corto y alargado, además de una mandíbula muy potente, rasgos que lo convirtieron en uno de los mayores depredadores del Jurásico en Sudamérica.

Tenía además cuatro patas, aunque el tamaño de las dos delanteras era "extremadamente pequeño", según describe Diego Pol, paleontólogo e investigador del Museo Egidio Feruglio (MEF) de Argentina.

El hallazgo de este ejemplar ha permitido descubrir que los abelisaurus poblaban Gondwana —el gran bloque continental que resultó de la porción meridional de Pangea y del cual  surgieron Sudamérica, África, Australia, el Indostán, la isla de Madagascar y la Antártida— antes de su división en varios continentes.

Algunos ejemplares de abelisaurus, también conocidos con el nombre de "lagartos de Abel" en honor a su primer descubridor, llegaron a vivir en el hemisferio norte, pero allí su número fue muy reducido, a diferencia de lo ocurrido en Sudamérica, donde experimentaron una explosión demográfica.

Esta diferencia se debió a la existencia de un gran desierto que impidió su acceso a terrenos más septentrionales. En los últimos años, la Patagonia argentina, y en concreto las zonas de Chubut y Neuquén, se han convertido en el epicentro de hallazgos de fósiles de dinosaurios y reptiles alados que vivieron hace millones de años.

El extraño fósil de un nuevo organismo que no se parece a ningún otro animal vivo.

El extraño fósil de un nuevo organismo que no se parece a ningún otro animal vivo.

Científicos de la Universidad de California han hallado el fósil de un organismo recientemente descubierto que pertenece a ’Ediacara Biota’. Según han apuntado los autores del trabajo, no se parece a ningún ser que esté vivo hoy en día. Una nueva especie fósil descubierta: pariente lejano de los mamíferos.

Nombrado ’Ricei Plexus’, se asemejaba a un tubo curvado y residía en el fondo marino. Estos individuos variaron en tamaño de 5 a 80 centímetros de largo y de 5 a 20 milímetros de ancho. Vivió hace unos 575 millones de años y desapareció hace 540 millones de años, justo al mismo tiempo en que se producía la "explosión del Cámbrico", uno de los mayores acontecimientos biológicos de todos los tiempos y durante el que aparecieron todos los géneros de seres vivos que podemos ver en la actualidad.

"Plexus es diferente a cualquier otro fósil que conocemos desde el Precámbrico", ha señalado una de las autoras del hallazgo, Mary L. Droser, quien ha añadido que son su características únicas lo que lo hacen "desconcertante". Además, ha indicado que, durante el Ediacaran, no había vida en la tierra. Toda "estaba en los océanos".

Los fósiles de Ediacara nos dejan completamente perplejos -asegura por su parte Lucas V. Joel, autor principal del estudio-. No se parecen a ningún animal vivo de la actualidad, y sus formas de vida están aún muy poco comprendidas". Durante este largo periodo, la vida no había salido aún del mar. No había organismo alguno en tierra firme y todos los seres vivientes habitaban aún en los océanos.

En este sentido, ha señalado que había una completa falta de bioturbación en los océanos en ese momento, lo que significa que había pocos organismos marinos que combatían por los sedimentos marinos en busca de comida". "Fue comenzado el período Cámbrico cuando los organismos comenzaron a producir y mezclar el sedimento", ha apuntado.

Según los investigadores, la falta de bioturbadores durante el Ediacaran permitió que se formaran películas gruesas de algas fotosintéticas que se acumulaban en los fondos oceánicos, un ambiente que sería muy raro en la actualidad. Cuando un organismo moría, era sepultado y se formaba un molde de su cuerpo en el sedimento suprayacente", ha explicado la experta.




 

Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad Complutense de Madrid han descrito fósiles de una nueva especie de tortuga que convivió con el dinosaurio más grande que habitó Europa, el Turiasaurus riodevensis.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2160696/0/teruel-fosil/nueva-especie-tortuga/turiasaurus/#xtor=AD-15&xts=467263
Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad Complutense de Madrid han descrito fósiles de una nueva especie de tortuga que convivió con el dinosaurio más grande que habitó Europa, el Turiasaurus riodevensis.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2160696/0/teruel-fosil/nueva-especie-tortuga/turiasaurus/#xtor=AD-15&xts=467263
Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad Complutense de Madrid han descrito fósiles de una nueva especie de tortuga que convivió con el dinosaurio más grande que habitó Europa, el Turiasaurus riodevensis. El ’Turiasaurus’ fue hallado en este mismo yacimiento de la provincia de Teruel El hallazgo mejora el conocimiento sobre la diversidad de tortugas que convivieron con los dinosaurios ibéricos, ayudando a entender cómo afectó la separación entre Norteamérica y Europa a este grupo de reptiles, según fuentes de la fundación turolense. La nueva especie de tortuga ha recibido el nombre de Riodevemys inumbragigas (la tortuga de Riodeva a la sombra del gigante), en alusión al dinosaurio hallado en este mismo yacimiento, Barrihonda-El Humero de Riodeva (Teruel), que es uno de los más grandes del mundo. Los paleontólogos encontraron de esta nueva especie de tortuga los restos parciales de un esqueleto, que incluye el caparazón desarticulado, el plastrón articulado y diferentes huesos de las cintura pélvica y escapular, y que han servido para definir un nuevo taxón. El hallazgo de esta nueva tortuga de agua dulce y de unos 35 centímetros de longitud, destacan las mismas fuentes, permite completar el paisaje ecológico de esta parte de la Península Ibérica durante el Jurásico Superior (hace unos 145 millones de años de antigüedad). Riodevemys forma parte de un grupo de tortugas extintas (Pleurosternidae), conocidas entre hace unos 155 y 140 millones de años. La nueva tortuga corresponde al primer pleurostérnido identificado en el registro español. Su estudio, y el análisis detallado de todas las tortugas pertenecientes a este grupo hasta ahora conocidas, han permitido reconocer la presencia de un linaje europeo que evolucionó de manera diferente a los representantes norteamericanos tras la separación de ambos continentes. Las características de estos fósiles se han publicado en la revista científica Journal of Systematic Palaeontology. El estudio ha sido realizado por un equipo de paleontólogos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (Museo Aragonés de Paleontología), integrado por Adán Pérez-García, Rafael Royo-Torres y Alberto Cobos.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2160696/0/teruel-fosil/nueva-especie-tortuga/turiasaurus/#xtor=AD-15&xts=467263

Encuentran en Portugal el fósil del mayor depredador terrestre europeo.

Encuentran en Portugal el fósil del mayor depredador terrestre europeo.

Erase una vez, hace casi 500 millones años el planeta estaba del revés, los actuales continentes no existían y ni siquiera se había formado Gondwana, el superterritorio único del cual derivan, y hace 150 millones de años, unas enormes criaturas llamadas dinosaurios dominaban la Tierra como si fuese parte de una película de ficción, pero todo ocurrió de verdad. Portugal es uno de los pocos países del mundo dónde es posible encontrar fósiles.

Los científicos descubrieron huesos pertenecientes a este dinosaurio, ’Torvosaurus gurneyi’,  en un acantilado de Lourinhã, al norte de Lisboa, una primera aproximación taxonómica hizo creer a los científicos que se trataba de la especie de terópodo ’Torvosaurus tanneri’, hallado anteriormente en América del Norte. Sin embargo, al comparar más detenidamente las articulaciones con el dinosaurio americano, los investigadores aseguran que se trata de una nueva especieuno de los mayores dinosaurios carnívoros del Jurásico. 

En el momento en el que el Torvosaurus frecuentó esta zona, la región era un delta impresionante con mucha agua y vegetación. La zona abunda en dinosaurios y reptiles voladores conocidos como terosauros, pájaros primitivos, cocodrilos, tortugas y mamíferos del tamaño de un ratón.

En los sedimentos del jurásico superior, en el centro de Portugal, se han hallado restos de numerosas clases de dinosaurios que representan una de las faunas europeas más ricas de dinosaurios y “ciertamente la más diversa desde el jurásico tardío en Europa”

T. gurneyi, primo lejano del ’Tyranosaurus rex’, pertenece a la familia de los megalosaurios, era un animal carnívoro, con dientes en forma de cuchilla de hasta 10 cm de largo, lo que indica que puede haber estado en la cima de la cadena alimentaria de la Península hace aproximadamente 150 millones de años. Según los científicos, lo más probable es que fuera un superdepredador que se alimentaba de presas grandes, como dinosaurios herbívoros.

Fue una bestia imponente. Era bípedo, podría alcanzar los 10 metros de largo, pesar alrededor de 4 o 5 toneladas y su cráneo mediría unos 115 cm. Las evidencias fósiles de otros dinosaurios estrechamente relacionados sugieren que este gran depredador estaría cubierto con protoplumas, que se considera el precursor evolutivo de la pluma de las aves.

Supongo que no hubiera sido una buena idea atravesarse con este dinosaurio en el camino.

 

 

Encontrado en China el fósil de araña más grande hallado hasta el momento

Encontrado en China el fósil de araña más grande hallado hasta el momento

Un equipo de investigación de la Universidad de Kansas y de la Capital Normal University (Pekín) ha presentado a la comunidad científica el fósil más grande conocido de una araña.Este fósil de araña, se denomina como Jurassica Nephila.

La ’Nephila jurassica’, como ha sido bautizada, pertenece a uno de los géneros animales con un origen más primitivo y se considera el ejemplo de araña tejedora más grande que existe en la actualidad. Especies similares a la Jurassica Nephila, son pequeñas en comparación con este fósil de 165 millones de años.

Fue descubierto en 2005 por los agricultores en una formación rocosa rica en fósiles en el yacimiento de Daohugou, en Mongolia Interior (China), donde también se han encontrado restos fósiles de salamandras, pequeños mamíferos e incluso de otra araña de 165 años de antigüedad.

Gracias a su buen estado, los expertos han podido identificar la especie exacta a la que pertenece y que se trataba de una hembra adulta.

Medía 38 cm de largo y 13 cm de alto, lo suficientemente grande como para cazar aves y murciélagos. La especie se conoce como “seda de oro”, por la característica de la seda que brilla como el oro, a la luz del sol.  

Aunque su cuerpo no era excesivamente grande, sus patas podían alcanzar hasta los 15 cm de longitud, lo que convierte a este ejemplar "en el fósil arácnido más grande conocido".

Los registros fósiles de este género de arañas son muy escasos porque sus cuerpos se destruyen con mucha facilidad.

Este fósil desvela a los científicos que el género Nephila -arañas araneomorfas de la familia Nephilidae, conocidas como arañas de seda de oro- es 130 millones de años más viejo de lo que se sospechaba.

http://www.rtve.es/noticias/20100209/arana-165-millones-anos/317242.shtml

Encuentran en Canarias fósiles de megalodón, el tiburón más grande de la historia

Encuentran en Canarias fósiles de megalodón, el tiburón más grande de la historia

Investigadores del Instituto Español de Oceanografía han descubierto en aguas canarias, y a más de 1.000 metros de profundidad, un importante yacimiento submarino de fósiles en el cual se han encontrado dientes de megalodón, el tiburón más grande y mayor depredador marino que ha existido.

El megalodón o megalodonte (Carcharodon megalodon o Carcharocles megalodon), nombre que significa "diente grande", derivado de los términos griegos μέγας (mega, "grande") y ὀδούς (odon, "diente"), es una especie extinta de tiburón que vivió aproximadamente entre 28 y 1,5 millones de años atrás, durante el Cenozoico. 

El yacimiento paleotológico submarino fue descubierto a más de 1.000 metros de profundidad al pie de la montaña submarina conocida como Banco de Concepción, situada al norte de isla de La Graciosa. Según el biólogo marino Pedro J. Pascual, se trata de un acontecimiento de gran relevancia científica, ya que aporta información novedosa que permite esbozar el paisaje marino existente en las Islas Canarias cuando éstas empezaban a nacer del lecho oceánico (durante el Mioceno, entre 23 y 5 millones de años atrás).

Se demuestra así que en esa época vivió, cazó y se reprodujo en estas aguas el mayor depredador marino de todos los tiempos: el Otodus (Megaselachus) megalodon, llamado normalmente megalodón y que alcanzaba un tamaño de hasta 20 metros de largo y 100 toneladas de peso.

Este tiburón, hoy fósil, vivió aproximadamente desde hace 20 millones de años (en el Mioceno) hasta hace tan solo 2 millones de años (Plioceno). Por el tipo de dientes que poseía sabemos que se alimentaba de grandes presas, como ballenas, delfines, focas u otros mamíferos marinos; también grandes peces y tortugas eran parte de su dieta. Fue una especie cosmopolita, presente en todos los océanos, y un gran migrador.

Entre las especies existentes, se considera que el gran tiburón blanco es la más análoga a C. megalodon. La carencia de esqueletos fósiles bien preservados ha forzado a los científicos a basarse en la morfología del gran tiburón blanco para inferir su aspecto y estimar su tamaño.

El primer intento de reconstruir la mandíbula de este tiburón fue realizado por el profesor Bashford Dean en 1909. De las dimensiones de la mandíbula reconstruida, se supuso que C. megalodon podría haberse aproximado a los 30 metros de longitud total (LT), pero a la luz de nuevos descubrimientos fósiles y avances científicos sobre la comprensión de los vertebrados se considera ahora que esta reconstrucción es inexacta. La fuerza de mordida de C. megalodon, en su tamaño máximo estimado, es cerca de 10 veces mayor que la del gran tiburón blanco en 18 kilonewton.

Desde que los restos de C. megalodon fueron descubiertos, han sido un objeto de fascinación. Ha sido retrato en varios trabajos de ficción, incluyendo películas y novelas, y continúa manteniendo su lugar entre los temas más populares de ficción que involucran monstruos marinos.