Creacionismo contra Darwinismo
A finales del siglo XIX, Darwin, padre de la teoría de la evolución por selección natural, dedicó una parte de su vida a recoger muestras de especimenes y realizar diversas observaciones en ellas. Durante cinco años, recorrió la Patagonia, Tierra del Fuego, Chile e Islas Galápagos a bordo de un velero bergantín de la marina británica, el Beagle. Cuando regresó recopiló y estudio las observaciones de sus viajes y enunció junto con Wallace su teoría de la evolución. Esta dice que vivimos en un mundo en constantes cambios y mutaciones, en el que reinan las reglas de la selección natural (mecanismo fundamental del cambio evolutivo que escoge entre la variabilidad genética ya existente a los individuos mejor adaptados al medio). Darwin publicó El origen de las especies (1859), en el cual establece la lucha por la existencia y su teoría acerca de la selección natural. Aquellas ideas sobre la evolución eran contrarias a la creencia judeo-cristiana, la cual establece que vivimos en un mundo creado por Dios, tal y como se representa en la Biblia.
Desde la publicación de estas teorías, el darwinismo fue atacado brutalmente por los creacionistas (el término creacionismo hace referencia a las creencias religiosas que niegan y combaten la teoría de la evolución). Estos afirmaban que Dios es “el creador de todo lo visible y lo invisible” y muchos de ellos publicaron obras desmintiendo las ideas de Darwin. Los libros escolares que hablaban de la teoría de la evolución de Darwin desaparecieron, hasta que se reintrodujeron a finales de los años sesenta del siglo XX.
Los creacionistas se agrupaban de distintas formas. Los que defendían la existencia del diluvio universal y creían que los seres humanos convivieron con los dinosaurios y otros que creían en la existencia de un diseñador inteligente situado en el origen del universo. A partir de este último grupo apareció un nuevo movimiento que argumenta la insuficiencia del modelo científico para explicar la evolución y la diversidad de la vida por selección natural. En La caja negra de Darwin, de Michael Behe se habla de la existencia en la naturaleza de estructuras muy complejas, como el ojo humano, que es imposible que se formaran al azar, por lo que apoya la existencia de un diseñador inteligente. Según Behe, Dios interviene de vez en cuando en el proceso evolutivo para crear rasgos muy complejos.
El descubrimiento, a mediados del siglo XX de la estructura del ADN permitió conocer más a fondo muchos enigmas de la vida del hombre hasta entonces desconocidos. Aunque muchas investigaciones sobre la evolución del ser humano salieron a la luz y se demostró que eran ciertas, los creacionistas argumentan que el darwinismo ha sido revisado y modificado después de la publicación de las ideas de Darwin, que hay muchas lagunas que la biología no es capaz de explicar, como la existencia de células que desarrollan un flagelo para moverse y muestran cierta aversión a la idea de un mundo que no fue creado por Dios. Hay también quienes opinan que el darwinismo como teoría evolucionista sólo explica la variación de los seres vivos y no la creación del universo ni el origen de la Tierra.
En la actualidad, aún existen muchas diferencias entre darwinistas y creacionistas o diseñador inteligente.
9 comentarios
eduardo -
antibarbaros.blogspot.es
y el blog "a las barricadas", foro Ilustración y anarquismo, el tema darwinismo contra creacionismo.
Irenilla -
bsks¡¡¡
Valentín Moosmann -
Lo que no me entra en la cabeza es que aun haya gnete que se trague el cuento chino ese del creacionismo...
Nuria -
Muy biien redactadoo!! Complementa la información qe leimos el otro dia en clase!
Un 10 cariñiiito!! tQ!
Miguel Tomás Martínez Prior -
Nah, es broma, buen artículo.
Un 9 bien merecido.
José González -
Miguel -
Victor -
Nerea -