El Vértigo
sfs síntomas vegetativos, predominantemente vómitos. Las crisis se suelen desencadenar con el movimiento.
Los vértigos de origen central se presentan sin relación con la postura, son de inicio más lento y de mayor duración, y los vómitos están menos presentes.
Para diagnosticarlo es importante interrogar sobre las características de mareo: el vértigo se explicará como una sensación rotatoria de objetos, mientras que el mareo será explicado de forma menos específica, sin síntomas claros. También es necesario conocer la duración del mismo, los síntomas acompañantes así como los antecedentes del paciente, especialmente la existencia de factores de riesgo cardiovascular.
Es importante recomendar reposo durante el episodio agudo de vértigo junto a fármacos antivertiginosos en el caso de náuseas y vómitos.
Los fármacos antivertiginosos más utilizados son el dimenhidrato, hidroxicina, sulpiride y tietilperazina durante la crisis y posteriormente entre 3 y 5 días más en el domicilio.
En los casos de vértigo posicional es útil la realización a los 3 días del episodio agudo de ejercicios de rehabilitación vestibular. Éstos se realizan estando el paciente en posición sentada con los ojos cerrados, cayendo hacia ambos lados alternativamente y de forma rápida.
Sin embargo, además del tratamiento de la fase aguda del vértigo, es necesario investigar la causa que lo ha producido para ofrecer el tratamiento adecuado en cada caso.
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