LA PIZARRA
La pizarra es una roca metamórfica homogénea formada por la compactación de arcillas a altas temperaturas. Se presenta generalmente en un color opaco azulado oscuro y se divide fácilmente en lajas u hojas planas, siendo por esta característica utilizada en cubiertas y como antiguo elemento de escritura.
USOS DE LA PIZARRA
Usos históricos:
El uso de la pizarra en la construcción se remonta al principio de los tiempos. Sobre todo, se ha empleado en aquellos lugares donde se localiza a poca profundidad y se ha usado tanto para la impermeabilización de edificaciones como con fines estructurales. Evidentemente, la pizarra empleada en construcciones antiguas era tosca y poco elaborada debido a las técnicas empleadas en su obtención y trabajo, pero recurre al principio de visibilidad característico de la pizarra y que la ha hecho tan apreciada. Históricamente se han dado otros usos a la pizarra, entre los que cabe destacar los elementos decorativos y el arte funerario.
La pizarra en nuestros días:
En nuestros días, la aplicación más común de la pizarra es en la construcción de cubiertas. La pizarra es impermeable y su facilidad para ser exfoliada en láminas de tan solo unos milímetros de espesor la convierte en un material idóneo para la confección de cubiertas, siendo este su uso más extendido. La facilidad con que se trabaja la pizarra permite adaptar las losetas a muchos y variados tamaños y formatos comerciales, con lo que se obtiene productos prácticamente diseñados a la medida de cada cliente. Las cualidades físico-mecánicas de la pizarra y sus especiales formatos le permiten adaptarse a todo tipo de superficies, ya sean planas o curvas e independientemente del grado de inclinación; esta facilidad de adaptarse a todas las superficies y sus incomparables cualidades físicas, convierten a este material en la mejor opción como material de cubrición.
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