Blogia
Biología y Geología

La Neuralgia del trigémino

La Neuralgia del trigémino
Qué es

La neuralgia del trigémino es el dolor producido en una zona de la cara inervada por el nervio trigémino (nervio craneal V). Éste se ramifica en tres ramas y es el principal nervio sensitivo de la cabeza. También es el nervio encargado de la masticación.

La neuralgia del trigémino aparece principalmente a partir de los 50 años y tiene una incidencia aproximada de 4,3 habitantes /año. Predomina en mujeres.

Cómo se produce

Las causas no están bien establecidas, pero parece que se origina por fenómenos de desmielinización de forma secundaria a la compresión del mismo en algún tramo de su recorrido.

Sintomatología

Se caracteriza por un dolor facial muy intenso, en forma de ataques bruscos que pueden durar desde un segundo a dos minutos. Se trata de un dolor agudo, punzante o superficial que se produce en las zonas inervadas por el nervio trigémino de forma espontánea, al estimular una serie de zonas (zonas gatillo) con solo tocarlas ligeramente o por factores desencadenantes como hablar, lavarse la cara, afeitarse, sonreír,…Es un dolor que no suele despertar al paciente.

La neuralgia del trigémino idiopáticas (sin enfermedad asociada) suele presentar remisiones que duran meses o años, pero con frecuencia se repiten las crisis nuevamente y con menor frecuencia entre ellas. Si aparece en el seno de otra enfermedad, la evolución dependerá de ésta.

Diagnóstico

Se trata de un diagnóstico basado en la sintomatología y la exploración física, sobretodo para descartar otras causas de dolor facial como dolor dental, sinusitis, cefalea, etc…

En personas jóvenes, con dolor facial atípico y afectación bilateral predominantemente, debe completarse el estudio con pruebas de neuroimagen como TAC cerebral, RMN cerebral y angiografía entre las más utilizadas.

Tratamiento

El tratamiento es principalmente a base de fármacos. El fármaco de primera elección es la carbamazepina. Otros utilizados son la fenitoína, el topiramato, la pregabalina y la lamotrigina. Éstos son fármacos anticonvulsionantes, por lo que se debe ajustar muy bien las dosis, iniciando con dosis bajas e ir aumentándolas en función de los efectos secundarios. Por lo general, estos medicamentos se mantienen durante 6-12 meses y posteriormente se inicia su retirada de forma progresiva. En casos de dolor severo tanto en frecuencia como en intensidad del mismo, el tratamiento se puede mantener durante más tiempo.

El tratamiento quirúrgico se reserva para aquellos casos que no responden al tratamiento médico o cuando sus efectos secundarios sean muy importantes. Los objetivos de la cirugía son descomprimir el nervio o destruir las fibras nerviosas que transmiten la percepción del dolor.

 

0 comentarios